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El poder del branding en entornos B2B

22 de octubre de 2024 Por Marina Franco

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En un mundo cada vez más digitalizado, las empresas B2B se enfrentan a un gran reto: destacar en un mar de opciones aparentemente similares. En este contexto, el branding emerge como una herramienta estratégica, no solo para atraer a nuevos clientes, sino para consolidar relaciones a largo plazo y construir confianza en el mercado.

Durante años, el branding ha sido percibido como un elemento central en las estrategias de las compañías B2C, donde el enfoque está en conectar emocionalmente con los consumidores. Sin embargo, en el ámbito B2B, el papel que desempeña la reputación de marca es crucial. El proceso de toma de decisiones en B2B es intrínsecamente más complejo: los ciclos de venta son más largos, los riesgos financieros más elevados y las decisiones a menudo involucran a varias partes interesadas. En este contexto, la marca funciona como un diferenciador que simplifica la elección, aportando un valor intangible que complementa los atributos del producto o servicio.

Cuando dos empresas B2B ofrecen productos similares en términos de calidad, precio y funcionalidad, ¿qué es lo que realmente inclina la balanza a favor de una sobre otra? La respuesta se encuentra en la confianza y el posicionamiento de la marca. Mientras que en B2C la relación entre la empresa y el cliente puede ser más efímera, en B2B las relaciones comerciales son más prolongadas, y la confianza juega un papel esencial para asegurar su sostenibilidad.

Hoy en día, las empresas no solo están comprando soluciones técnicas, sino también la promesa de una relación estable y duradera. Y para construir esta relación duradera es necesario plantear una estrategia de branding sólida y coherente en todos los puntos de contacto: desde la comunicación corporativa hasta la experiencia del cliente.

El primer paso para poder generar esta confianza y construir una marca eficaz es definir un propósito claro. En un entorno donde las empresas buscan cada vez más asociarse con organizaciones que comparten sus valores y visión, la narrativa de una marca B2B puede ser el factor decisivo para captar y retener clientes. Un estudio de Harvard Business Review subraya que las empresas con un propósito bien definido y comunicado tienen un 50% más de probabilidades de ser consideradas por los compradores. Este propósito debe ir más allá del mero beneficio económico, conectando con los valores y expectativas de los clientes. Las empresas no solo compran productos o servicios; compran la promesa de una relación sostenible, ética y fiable.

Un ejemplo de empresa que ha construido una marca sólida es IBM, que en lugar de centrarse únicamente en la tecnología que ofrece, ha construido su marca en torno a la innovación, la sostenibilidad y la mejora continua, posicionándose como un líder en la transformación digital global. Su estrategia de branding ha sido clave para ser relevante en un mercado competitivo.

Algunas empresas B2B pueden ver el branding como una inversión secundaria. Sin embargo, la realidad es que una marca fuerte no solo atrae a nuevos clientes, sino que también fortalece las relaciones existentes y fomenta la lealtad. Según Forrester Consulting, las empresas B2B que invierten en branding estratégico reportan un 20% más de éxito en la atracción de nuevos clientes y una mayor retención de los actuales.

En conclusión, actualmente las estrategias de branding han pasado de ser un «deseable» a un «imprescindible» para las empresas B2B que buscan diferenciarse en mercados altamente competitivos. En un futuro donde la personalización y la digitalización seguirán cobrando fuerza, el branding se perfila como una herramienta esencial para construir marcas que no solo sean reconocibles, sino también significativas.

Marina Franco

Associate

Comunicación Digital

Por Marina Franco

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