Sostenibilidad

Riesgos y oportunidades para el medio ambiente y cómo afectan a las empresas

16 de junio de 2020 Por Alberto Muelas

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Las empresas que sepan gestionar el cambio climático tendrán una clara ventaja competitiva. Y para ello, un buen análisis de riesgos y oportunidades es imprescindible. 

El Dia Mundial del Medio ambiente conmemoramos la Cumbre de la Tierra de 1972. Un proverbio de Confucio dice que cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo. Aún a riesgo de parecer necio, y aunque comparto el propósito del día del medio ambiente, creo que el nombre de “Cumbre de la Tierra” fue poco acertado. Fue poco acertado porque esto no va de preservar el medio ambiente o la tercera roca que orbita alrededor del Sol.  

Como vaticinó Stephen Hawkins, en el peor de los casos, podemos hacer que nuestra atmósfera termine pareciéndose a la de Venus y que eso haga de nuestro planeta un lugar prácticamente inhóspito, pero la Tierra nos sobreviviría. Los que perderíamos somos los seres humanos, y unas cuantas especies que arrastraríamos a la extinción con nosotros. El día del medio ambiente es, en realidad, el día de los seres vivos (humanos o no) que habitamos la Tierra. El cinco de junio es el día de la vida, es el día de todos nosotros.   

Por eso creo que debería ser un día, no para reflexionar sobre los impactos que realizamos sobre el planeta, con riesgo de caer en la tragedia de los comunes; sino de reflexionar sobre la importancia que tiene el medio ambiente para nosotros como personas físicas o, también, jurídicas. Solo así creo que cobraremos consciencia de la importancia del medio ambiente y asumiremos realmente nuestra responsabilidad.  

Afortunadamente, el regulador lo ve del mismo modo. Tanto los ODS como el Acuerdo de París (en particular a través de la Alianza de Marrakech) apelan a la sociedad civil para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible y la lucha contra el cambio climático. El Financial Stability Board ha elevado los riesgos climáticos a categoría de riesgos para el sistema financiero internacional y constituyó el Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) para desarrollar un marco que impulsara a las empresas a analizar los riesgos y oportunidades del cambio climático para su actividad.  

 

Las obligaciones: un análisis de riesgos y oportunidades del cambio climático 

Desde que el TCFD emitiera sus primeras recomendaciones en 2017, estas han sido ampliamente acogidas internacionalmente, incluyendo por la UE, a través de las directrices de reporte de información sobre el clima; y por España, a través del reciente proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.  

De acuerdo con el proyecto de ley, las empresas que están sujetas a publicar un estado de información no financiera (según la Ley 11/2018) estarán obligadas a incluir un análisis de riesgos y oportunidades del cambio climático. La ubicación del análisis no es casual. El estado de información financiera, que forma parte del informe de gestión de las compañías, va eminentemente dirigido al mercado de capital. Los impactos del cambio climático sobre las empresas pueden condicionar la evolución de las empresas en el futuro a corto, medio y largo plazo y, por lo tanto, influye en el proceso de toma de decisiones de analistas e inversores. La gestión del cambio climático se ha convertido en una fuente de ventajas competitivas y de diferenciación para las empresas en el mercado de capitales.  

El gran reto radica, precisamente, en proporcionar información rigurosa, analítica y de calidad a los mercados y al conjunto de grupos de interés ya que sólo esto permitirá reducir la incertidumbre en su proceso de toma de decisiones: ¿Cómo un mayor o menor calentamiento global puede afectar a las empresas? ¿En qué medida esos distintos escenarios configuran los riesgos y oportunidades para la empresa? ¿Cómo esos riesgos y oportunidades pueden afectar a los resultados a corto, medio y largo plazo de la empresa? ¿Cuáles son las medidas de respuesta que están llevando a cabo a las empresas y cuál será su coste? ¿Cuáles son las consecuencias de esas medidas de respuesta? 

Hasta ahora las respuestas a estas preguntas han sido cualitativas pero es momento de que pasemos de los cuentos a las cuentas. Disponemos de las fuentes de información y las técnicas de análisis necesarias para hacerlo. El método de Monte Carlo, ampliamente utilizado en el ámbito de la gestión de riesgos y los test de estrés, podría ayudarnos a cuantificar y monetizar los riesgos y oportunidades del clima a partir de los escenarios de la IEA o el IPCC.  

El objetivo es ser capaces de calcular la probabilidad con la que una compañía se va a ver afectada por un posible coste (riesgo) o ingreso (oportunidad) de un importe determinado y debidamente cuantificado.  

El dinero tiene algunas grandes virtudes, entre las que se encuentran la de ejercer de proxy, más o menos perfecto, del valor de las cosas. De forma que traducir el cambio climático en euros, no sólo ayuda a los mercados de capitales a asignar más adecuadamente los recursos sino que ayudará a las empresas a cobrar consciencia de la importancia del medio ambiente y, por lo tanto, les invitará a desarrollar iniciativas que contribuyan a su conservación. 

No se me ocurre mejor forma de apoyar el día del medio ambiente que con un bonito análisis de riesgos y oportunidades del cambio climático.   

Alberto Muelas

Director Senior de Negocio Sostenible

Por Alberto Muelas

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