Nueva etapa de oportunidad para la acción sobre el capital natural y su entorno: la cartografía
10 de octubre de 2023 Por Julia Cosin
La situación del capital natural ha cambiado mucho en el último año. Aunque el análisis de riesgos del capital natural no sea ninguna novedad hoy en día, nunca antes se ha aglutinado tanto conocimiento científico, técnico y tecnológico para apoyar estos estudios.
El lanzamiento del sexto informe del IPCC en 2021 confirmaba que el esfuerzo y compromiso mantenidos hasta el momento no eran suficientes; el planeta se encontraba (y se encuentra) en un estado crítico que requiere acciones inmediatas, efectivas y medibles. Sin embargo, el informe también respaldaba que, con la debida inversión (bien orientada) y la correcta planificación estratégica de las medidas a tomar, aún se podían frenar los escenarios más pesimistas previstos como consecuencia del cambio climático.
Una de las declaraciones extraídas del informe indicaba que cada fracción de grado de calentamiento que se modifique respecto a la era preindustrial hará que los impactos climáticos en las personas y en los ecosistemas sean cada vez más severos e irreversibles, independientemente del tiempo que esta temperatura se vea alterada. De ahí la urgencia de limitar el calentamiento a los 1.5ºC. Según el Informe de la UNEP sobre la brecha de emisiones, la ventana se está cerrando y solo una transformación urgente de todo el sistema puede evitar el desastre climático.
Estas declaraciones no resultan del todo sorprendentes, pues ya observamos muchas de estas consecuencias en nuestro día a día, en diferentes esferas de nuestra vida.
¿Pero cómo ha sido capaz la comunidad científica y, en particular el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, de llegar a unas conclusiones tan severas y modelar unos escenarios futuros tan exactos? Sin duda alguna, porque han contado con un recurso imprescindible en cualquier evaluación de riesgos potenciales: las herramientas cartográficas.
Estas herramientas han avanzado mucho en poco tiempo. En un mundo en el que cada mínima alteración del medio puede suponer infinidad de efectos adversos, es imprescindible en mayor o menor medida, utilizar recursos que permitan primero, evaluar los factores ambientales y sociales que afectan a una decisión y segundo, analizar y conjugar la interrelación que existe entre ellos.
Los sistemas cartográficos son una herramienta de análisis de datos que permiten, a partir de información geolocalizada, crear mapas que entre otras ventajas sean capaces de modelar el futuro y comparar escenarios en función de la variación de factores sociales, ambientales y económicos. Estas herramientas permiten cuantificar, crear y combinar una infinidad de bases de datos en forma de mapas con información sobre múltiples temáticas a una escala de detalle altamente granular y con una gran resolución. El grado de detalle y exactitud que ofrecen estos recursos son una oportunidad para que los responsables –ya sea de gobiernos, compañías u otras muchas instituciones– se sitúen en una posición ventajosa en la toma de decisiones y enfrenten de forma más completa, integral y rigurosa los diferentes escenarios de un análisis estratégico de riesgos y oportunidades.
Cabe esperar que, a medida que avance el estado y la accesibilidad de estas herramientas, su empleo deje de ser una mera oportunidad o ventaja en un análisis de riesgos para llegar a ser un elemento necesario en cualquier reflexión estratégica.
El uso de estas herramientas supone un nuevo horizonte para la acción de las compañías. Puede impulsar a asumir compromisos mayores y diferentes, que no solo abarquen la problemática climática, sino que amplíen el foco de actuación hacia otros problemas del capital natural, como puede ser la pérdida de biodiversidad, el desabastecimiento de recursos, el acceso a agua o la desertificación.
Tanto es así, que el lanzamiento de las recomendaciones finales del marco TNFD ha puesto de nuevo de manifiesto la necesidad de emplear este tipo de herramientas para la realización de un correcto análisis de las dependencias y los impactos de la naturaleza y los ecosistemas. El marco incide en la importancia de la localización, con el enfoque LEAP (Localizar, Evaluar, Analizar y Preparar), y de la consideración de las múltiples problemáticas naturales que pueden desencadenar las actividades de una compañía, ya sean directas o indirectas. Además, el marco facilita nuevas guías y recursos para ayudar a las compañías a tomar acción.
Como se comentaba al inicio, nunca se ha tenido tanta información de manera tan actualizada, inmediata y precisa. En parte, esto se ha conseguido gracias a la colaboración entre entidades financieras, compañías de todos los sectores, gobiernos e individuos que trabajan por un objetivo común: la integración del medio natural en las decisiones estratégicas para prevenir y dar respuesta a los impactos, riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza.
Destacan así algunas colaboraciones que han llevado a generar herramientas cartográficas para facilitar los análisis con mayor precisión y trazabilidad:
- COPERNICUS: programa espacial europeo que compara diariamente información y datos precisos y geolocalizados de diferentes satélites para permitir enfrentar los efectos climáticos a gran nivel.
- La Lista roja de la IUCN: inventario más completo del estado de conservación de especies de animales y plantas a nivel mundial. Se actualiza cada año y dispone de una herramienta que permite geolocalizar las especies amenazadas (28% en la actualidad).
- Global Forest Watch: sistema de alertas de monitoreo de bosques creado en colaboración con el World Resource Institute (WRI) que pretende facilitar la transparencia al público para mejorar la gestión de los bosques.
- Atlas Interactivo del IPCC: herramienta de análisis espacial y temporal que permite visualizar cómo el cambio climático afecta ha afectado y afectará a todas las regiones del mundo.
Todas estas herramientas se encuentran abiertas al público para facilitar el uso de información fiable y aumentar la precisión de las compañías, gobiernos y particulares en la toma de decisiones respecto a aspectos ambientales.
Con todo esto, concluimos que, a pesar de contar con todo en nuestra contra por los cambios que percibimos en el medio, nos encontramos ante una nueva etapa llena de oportunidades para la acción. La planificación estratégica apoyada en sistemas cartográficos resulta imprescindible en este camino y permite alcanzar un enfoque integral que posibilite la necesaria transformación que exige nuestro planeta.