En estas últimas semanas, como es habitual en cada ejercicio, numerosas compañías cotizadas han presentado sus resultados financieros, marcando así el cierre de su tercer trimestre del año. Para las cotizadas, presentar resultados es uno de los principales hitos del año y la ocasión de demostrar su desempeño frente a las expectativas del mercado, ofrecer claridad sobre su situación financiera y dibujar sus perspectivas futuras. Desde el lado de los inversores, analistas y medios de comunicación, estas presentaciones suscitan un gran interés, así como una oportunidad para entender y evaluar el desempeño corporativo en un entorno económico en constante cambio.
El análisis de los resultados financieros publicados en el mes de noviembre cobra especial relevancia porque coincide con la revisión anual de estrategias por parte de los inversores y analistas. Es en este periodo cuando toman decisiones y ajustan sus carteras teniendo en cuenta el desempeño acumulado del año y las perspectivas a futuro. Por tanto, internamente en las compañías, la publicación de resultados no debe considerarse un mero trámite regulatorio, sino como una oportunidad estratégica para fortalecer la confianza de los inversores y demostrar que se está cumpliendo con la hoja de ruta establecida.
Una preparación adecuada
El proceso de preparación de los resultados financieros comienza mucho antes de que estos se publiquen de forma oficial en plataformas regulatorias como la CNMV. Aquí es donde la colaboración estrecha entre el equipo de Relación con Inversores y el departamento de Comunicación es clave. Una narrativa bien preparada puede marcar la diferencia entre un mensaje claro y uno que deje dudas en los mercados.
Mientras el equipo de Relación con Inversores se encarga de asegurar que los datos financieros sean precisos y estén completos, el equipo de Comunicación tiene la tarea de interpretar esos números y convertirlos en mensajes claros y comprensibles para audiencias más amplias, como los medios de comunicación, los pequeños accionistas y el público en general. Claramente son enfoques distintos, pero ambas áreas no pueden trabajar por separado. Su coordinación durante todo el proceso, de principio a fin, es esencial para asegurar que:
- El mensaje trasladado sea coherente y unificado: la información publicada debe alinearse en todos los canales y formatos, desde la nota de prensa hasta las presentaciones a analistas, pasando por los comunicados internos o el contenido para redes sociales
- Se contextualizan los datos: más allá de los números, es fundamental explicar cómo los resultados obtenidos responden al plan estratégico de la compañía y al entorno actual de mercado
- Se reacciona con rapidez: cuando los resultados se publican en la CNMV, los departamentos involucrados deben estar preparados para actuar con rapidez y precisión. Un análisis previo de las posibles reacciones del mercado permite preparar respuestas claras y concisas para los distintos grupos de interés de la compañía, y trasladarlas de forma ágil
Todo ello con transparencia. No basta con ser precisos en los datos, también es indispensable ser claros y abiertos sobre los factores que han influido en los resultados, incluso si estos no son los esperados. Y cuando los resultados no son positivos, la transparencia cobra un papel todavía más importante. Explicar con claridad los motivos detrás de un descenso en los ingresos o una previsión menos optimista no solo demuestra integridad, sino que también ofrece la oportunidad de presentar las soluciones que la compañía está implementando para superar esas dificultades. La forma en que se comunican estos desafíos puede influir significativamente en la percepción de los inversores y otros grupos de interés.
La comunicación de resultados financieros es un ejercicio de precisión, transparencia y estrategia. En estas semanas de intensa actividad para las compañías cotizadas, la clave para trasladar de forma efectiva los mensajes reside en la preparación y la colaboración interna. Una nota de prensa bien estructurada, respaldada por un equipo alineado, no solo informa, sino que transmite confianza en la capacidad de la empresa para alcanzar sus objetivos y afrontar los desafíos del mercado. Por tanto, no hay duda de que la coordinación entre los departamentos de Relación con Inversores y Comunicación es crucial para que las compañías no solo cumplan con los requisitos regulatorios, sino también para garantizar que sus mensajes clave sean correctamente trasladados a sus distintos grupos de interés.