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¿Cómo funcionan los algoritmos? Así deciden las redes sociales qué contenido enseñarte

30 de agosto de 2023 Por Ana Isabel Guerra

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El famoso vídeo de Filomena en el que un hombre recorría Madrid en un trineo tirado por perros o el viral “Pachuru” de Rosario Flores en el evento de la La Velada del Año III del streamer Ibai Llanos son solo dos ejemplos de vídeos que seguro te suenan y has visto, pero… ¿cómo un contenido se populariza de tal manera en redes sociales? O, ¿por qué mi red social favorita no hace más que mostrarme vídeos y contenidos de determinadas temáticas?

El algoritmo es la respuesta. Este es el que determina cuánto o qué contenidos se muestran a los usuarios de redes sociales. Es un conjunto de normas de programación con el que las redes sociales deciden a quién y cuándo ofrecer una publicación en función de la respuesta que esta está teniendo del público.

Tener en cuenta estos algoritmos es clave para poder posicionar el contenido de manera adecuada y lograr así el máximo alcance y un buen número de interacciones. Sin embargo, no debemos descuidar la calidad del contenido en favor de este algoritmo, ya que de nada sirve que un post se vea mucho si el contenido no es relevante para los usuarios. Pero ¿cómo funcionan a día de hoy los algoritmos de las principales redes sociales?

FACEBOOK

Utiliza un método de clasificación que establece el orden en el que aparecen las publicaciones en el feed de cada persona. El proceso se basa en cuatro pasos:

  1. Inventario (“inventory”): conjunto de contenidos compartidos por los amigos y páginas que sigue un usuario. Según la plataforma de Facebook en la que esté un usuario (feed, vídeos, etc.) se muestran diferentes tipos de contenidos para cada usuario.
  2. Señales (“signals”): información que Facebook tiene a su disposición para tomar decisiones. Algunas conocidas son:
  • Quién publica: en el feed de esta red social priman aquellos contenidos de personas y páginas de empresa con las que más interactúas de entre las que sigues.
  • Tipo de contenido: si ves más vídeos, tendrás más vídeos. Si, por el contrario, tu formato favorito en Facebook son imágenes estáticas, estas serán las que más te aparezcan, y así sucesivamente.
  • Popularidad: aquellas publicaciones que ya son populares entre los usuarios tienen un mayor impulso por parte del algoritmo, especialmente si ese compromiso viene de personas con las que interactúas habitualmente desde tu perfil.
  • Calidad del contenido: Facebook categoriza los contenidos como «significativo», «informativo», «preciso» y «auténtico».
  1. Predicciones (“predictions”): el conjunto de señales explicadas anteriormente es utilizada por Facebook para realizar predicciones, a raíz de las cuales la plataforma se hace preguntas como: ¿cuál es la probabilidad de que…?
  • Compartas una publicación o reacciones a ella
  • Te interese y comentes una historia
  • Veas un vídeo hasta el final
  • Ocultes una publicación
  1. Puntuación: sumando estas predicciones, Facebook puntúa la relevancia de las publicaciones. Esta cifra representa tu interés por las publicaciones incluidas en tu “inventario” y de acuerdo a la misma, te las mostrará más o menos.

Este es un proceso que se inicia cada vez que un usuario entra en Facebook, para estimar lo que más va a despertar el interés de cada persona y, a partir de ahí, crea una clasificación de lo que vemos y cuándo lo vemos.

INSTAGRAM

Como parte de Meta, Instagram sigue un proceso con su algoritmo bastante similar al de Facebook. Las señales más importantes para categorizar el contenido son:

  • Información sobre la publicación: a cuántas personas les ha gustado, cuándo se publicó, con qué formato, cuánto dura si es un video y en qué ubicación si se ha incluido esa información.
  • Información sobre la persona que publicó: cuántas veces se ha interactuado con esa persona en las últimas semanas. Es más probable que veas contenido de las personas a las que sigues, con las que te envías mensajes de manera habitual o con las que interactúas. Para las marcas, por tanto, es fundamental la labor de community management con los seguidores.
  • La actividad del usuario: cuántas publicaciones le han gustado.
  • El historial de interacción con alguien: lo que da una idea a la plataforma de cómo de interesado puedes estar en ver el contenido de esa persona en particular.

Con toda esta información se generan las predicciones sobre la probabilidad de que interactúes con una publicación de diferentes maneras. Es un proceso que se va puliendo de forma continua para mejorar en su objetivo de mostrar a cada usuario lo que más puede interesarle.

TIKTOK

Actualmente, podría decirse que esta plataforma es un enorme repositorio de contenidos de puro entretenimiento. Todo el mundo puede acceder a estos vídeos, que comparten la particularidad de ser más adictivos que los de otras redes sociales. Y esto tiene mucho que ver con el funcionamiento de su algoritmo, que, aunque es menos rígido que el de otras redes sociales, hace que el engagement crezca de forma exponencial.

¿Cómo funciona? La plataforma muestra el contenido un número reducido de usuarios para determinar si es interesante y, dependiendo de cómo funcione, amplía esa muestra a grupos más grandes. En este caso debemos prestar especial atención a:

  • La creatividad en TikTok es fundamental, por eso unos aspectos especialmente importantes para esta red social son los llamados “datos secundarios”: los hashtags que el usuario usa, la música o audios que emplea para crear sus vídeos.
  • El contenido fresco, especialmente los vídeos de corta duración y creados por los propios usuarios, sin demasiada edición externa.
  • El contenido en directo.
  • Interacciones anteriores: cuentas seguidas y ocultas o contenido con el que interactuaste o marcaste como no interesante.
  • Ubicación e idioma.

Pero si hay algo que verdaderamente caracteriza al algoritmo de esta red social es que el número de seguidores NO importa. TikTok está diseñado para mostrar contenido nuevo en lugar de mostrar contenido de personas que ya sigues.

YOUTUBE

La plataforma de vídeo ha necesitado actualizarse y estar al tanto de los cambios que el resto de redes sociales más populares han estado implementando para no perder engagement. Por esta razón, hemos visto nacer nuevos formatos como los Shorts, a los que su algoritmo da mayor atención en la actualidad. Indicadores a tener en cuenta:

  • Tiempo de retención: ayuda a medir cómo de relevante es el vídeo para los usuarios. Cuanto mayor sea el tiempo de retención, mayor será la probabilidad de que este contenido se recomiende en la página de inicio de otros usuarios.
  • El comportamiento en la plataforma: el algoritmo está diseñado para ofrecer a los espectadores recomendaciones de vídeos personalizadas basándose en sus intereses, y cómo se comportan e interactúan cuando navegan por la plataforma.
  • Nivel de participación: los contenidos con mayores índices tienen más probabilidades de ser recomendados y aparecer en la pestaña de tendencias.
  • Los metadatos de vídeo: YouTube premia los contenidos que cuentan con títulos, descripciones y etiquetas optimizados, pues tienen un papel crucial en el reconocimiento y descubrimiento de los vídeos. Personalizar estos metadatos utilizando palabras clave relevantes para la audiencia del canal es fundamental para aumentar sus posibilidades de ser descubiertos en las búsquedas y recomendaciones.

LINKEDIN

Cuando publicamos un contenido en esta red social, LinkedIn lo mueve entre una pequeña cantidad de usuarios a modo de testeo para conocer cuál es la tasa de compromiso con ese contenido, es decir, el número de personas a las que les gusta y que lo recomiendan. El resultado obtenido influye en el alcance final que tendrá dicho contenido. Este algoritmo favorece especialmente:

  • El contenido de calidad: la plataforma realiza una clasificación inicial para marcar el contenido como spam, de baja calidad o de alta calidad.
  • Compromiso temprano. El algoritmo de LinkedIn utiliza el compromiso temprano como una prueba de calidad secundaria antes de impulsar el contenido más allá.
  • Los hashtags: ayudan al algoritmo a clasificar cada publicación. Si el contenido no incluye ninguno, el algoritmo no sabrá qué hacer con ella y si por el contrario tiene demasiados, detectará que quieres alcanzar un público demasiado amplio.
  • Visualizaciones en tus últimas publicaciones: si tus últimos contenidos han sido vistos por muchos usuarios, Linkedln ampliará la muestra a la que enseña los contenidos inicialmente, al considerar que la calidad del contenido es buena.

X

Esta red social (antes Twitter) es una de las que menos información proporciona sobre el funcionamiento de su algoritmo, aunque recientemente se diera a conocer parte de su código y del funcionamiento de este.

Cada vez que un usuario accede, se escogen los mejores 1.500 tuits de un conjunto de cientos de millones, tanto de perfiles seguidos por un usuario, como de otros no seguidos. Los contenidos que más te aparecerán son: aquellos con los que han interactuado tus contactos y aquellos que han recibido “me gusta” de usuarios que se comportan de manera parecida a la tuya.

Después, aplica una serie de filtros para que haya una mayor diversidad de contenidos, eliminando tweets de cuentas bloqueadas o muteadas, evitando que veas demasiados seguidos del mismo usuario, o un filtro de conversaciones, que da más contexto a una respuesta enlazándola al contenido original.

Los aspectos que especialmente tiene en cuenta este algoritmo son:

  • Interacciones del usuario con cuentas y contenidos.
  • Frescura: prioriza contenidos relacionados con los temas en tendencia en ese momento.
  • Ubicación.

En definitiva, y tras este repaso de las principales redes sociales, llegamos a la conclusión de que profundizar en los secretos de los algoritmos permite conseguir una gestión más eficaz de las mismas. Además de ofrecer contenido de calidad, hay que conocer las reglas de juego en cada una de las plataformas en las que se está presente. ¿A qué esperas para comenzar a probar con tus contenidos?

Ana Isabel Guerra

Executive Associate

Comunicación Digital

Por Ana Isabel Guerra

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