El futuro de Barcelona en juego: todo lo que debes saber sobre las elecciones municipales
22 de mayo de 2023 Por Diego Martínez de Pisón
Este fin de semana se celebran en todo el país las elecciones municipales y Barcelona se convierte en epicentro de una emocionante carrera electoral. En este artículo, te brindamos las principales claves para seguir de cerca el resultado de estas elecciones cruciales que marcarán el rumbo de la ciudad.
¿Qué está en juego el 28M?
Este domingo 28 de mayo están llamados a las urnas 1.108.175 ciudadanos de Barcelona para elegir a 41 concejales, de entre los cuales saldrá el alcalde hasta 2027. Las encuestas pronostican una carrera muy reñida, con Ada Colau (Barcelona en Comú), Jaume Collboni (PSC) y Xavier Trias (Junts) alternándose las posiciones en cabeza, lo que define un empate técnico. Los tres partidos estarían en torno a los 10 concejales, por lo que necesitarían un acuerdo con uno o dos partidos para gobernar en mayoría.
Además, ERC y PP aspiran a ser decisivos para formar gobierno, mientras que VOX también tiene opciones de entrar y, por tanto, de obstaculizar cualquier mayoría. Según los sondeos, la CUP lo tiene difícil para llegar al 5% necesario, y aún más Ciudadanos y Valents, que juntos en 2019 lograron ser la cuarta fuerza con el exprimer ministro francés Manuel Valls.
Es importante tener en cuenta que los acuerdos más sorprendentes o ‘contra natura’ en política se dan siempre en los plenos municipales, donde las prioridades de los partidos son diferentes. En Barcelona esto se vio cuando Valls regaló la alcaldía a Ada Colau para evitar un gobierno independentista. En este sentido, una vez que el ‘procés’ se ha diluido, es probable que los pactos vuelvan a asentarse en el eje izquierda-derecha: esto podría favorecer el entendimiento entre Comuns, PSC y ERC a nivel autonómico y estatal, pero también podría favorecer la formación de un frente anti-Colau sui generis.
Por lo tanto, el factor más determinante de la noche será seguramente la primera posición. A diferencia de las elecciones generales y autonómicas, en las municipales quedar primero te puede permitir gobernar, aunque no tengas la mayoría absoluta. La clave es que la oposición no sea capaz de formar una mayoría alternativa. Tenemos precedentes muy recientes de ello: en 2019, ERC quedó primera, pero Colau pudo sumar gracias a los votos del PSC y de Valls. Por tanto, al que gane le puede interesar sumar 21 concejales o asegurarse de que no lo hagan los demás, lo que le otorga una gran ventaja en las negociaciones.
¿Quiénes son los candidatos del 28M?
- Ada Colau (Barcelona en Comú)
La alcaldesa, que se presenta por última vez a la reelección, acumula ocho años de gran desgaste político, mediático y judicial. A pesar de ser el blanco de un “todos contra Colau”, la antigua activista por el derecho a la vivienda se siente cómoda en la política institucional y despierta entusiasmo entre sus seguidores, lo que le brinda opciones de repetir. Para lograrlo, será crucial quedar en primer lugar.
Según el CIS, Colau ganaría las elecciones y podría formar gobierno nuevamente junto a Collboni del PSC. En cualquier caso, la candidata insiste en incluir también a ERC, que ha sido su apoyo externo durante la última legislatura. Otros sondeos electorales la colocan ligeramente por detrás del resto. En caso de quedar detrás de Trias, podría intentar formar gobierno. Sin embargo, si quedara detrás del PSC, los Comuns podrían entrar en el gobierno como socio minoritario.
Teniendo en cuenta las elecciones generales que se celebrarán a finales de año, todo apunta a que el camino de Colau se juntará con el de Yolanda Díaz, volcada en Barcelona consciente de la importancia de esta plaza para el impulso de Sumar. La marcha de la alcaldesa a la política estatal se da casi por hecho tanto si gana como si no, con la única duda del cuándo. En paralelo, Barcelona en Comú deberá buscar la manera de sobrevivir tras un liderazgo unificador.
- Jaume Collboni (PSC)
Teniente de alcaldía hasta hace apenas unas semanas, ahora critica la gestión del gobierno del que su partido todavía forma parte con el fin de presentarse como alternativa a Colau. Tras dos derrotas y el respaldo de sólo el 50% de su electorado, contará con todo el apoyo del partido y de Pedro Sánchez, ya que podría ser la única gran victoria del PSOE a nivel municipal en las elecciones del 28M.
Su objetivo es quedar en primer lugar para elegir compañeros de viaje: podría apoyarse en Comuns y ERC, pero también coquetea con la posibilidad de sumar a Junts y PP contra Colau. Durante la campaña, la incógnita está en si preferirá ceder el bastón de mando a la alcaldesa o a Trias, en caso de ser superado por ambos. A pesar de todo, lo más probable es que repita la actual coalición con los Comuns, independientemente del orden de los partidos.
- Xavier Trias (Junts)
Hace unos meses, las encuestas auguraban unos resultados desoladores para los posconvergentes, hasta que el exalcalde Trias anunció su vuelta triunfal con gran apoyo mediático y empresarial. Aunque perdió frente a Colau en 2015, durante semanas lideró las encuestas al presentarse como la única alternativa de “orden”. Para atraer al electorado no independentista esconde a Junts bajo la marca “Trias per Barcelona”. Constantemente buscando el enfrentamiento directo para aglutinar todo el voto contrario a la alcaldesa, ahora podría estar haciéndosele larga la campaña.
Los últimos sondeos sitúan a Trias cerrando el trío de cabeza, por lo que mantendrá sus opciones de victoria hasta el final. Sus posibilidades de gobernar pasan por quedar primero y que Comuns, PSC y ERC no lleguen a un acuerdo. Aunque ha afirmado que, si no gana las elecciones, dejará gobernar al más votado y se retirará de la política, no se puede descartar que intente convencer a PSC, ERC o incluso PP para evitar un gobierno de Colau.
- Ernest Maragall (ERC)
Ganador frente a Ada Colau en 2019 por escasos votos, lideraba las encuestas hasta hace apenas unos meses. No obstante, tras el anuncio de Trias, ahora podría caer hasta la cuarta posición perdiendo varios concejales. A sus 80 años, se prevé que sean las últimas elecciones para el hermano del carismático exalcalde socialista Pasqual Maragall.
Las opciones del partido pasan por ser necesario para la investidura del próximo alcalde, ya sea Colau o incluso Trias o Collboni. Además, Esquerra es consciente de que su apoyo en la investidura puede ser una valiosa moneda de cambio para la gobernabilidad de la Generalitat, como ocurrió en votaciones importantes durante la pasada legislatura.
- Daniel Sirera (PP)
El PP entró en 2019 por apenas unas decenas de votos y ahora aspira a consolidarse y ser decisivo para que Colau no repita, aunque eso signifique respaldar a un candidato independentista como Trias. Para lograrlo, Sirera asume el reto tras cuatro años de turbulento liderazgo de Josep Bou. La preocupación del partido radica en que la entrada de Vox al pleno municipal pueda perjudicarles en términos de concejales y de relevancia en Cataluña.
¿Cuáles son los temas del 28M?
Varios temas están polarizando la campaña en Barcelona y probablemente la movilidad sea el que más. Mientras los Comuns exhiben orgullosos sus políticas de reducción del tráfico contaminante, como la Zona de Bajas Emisiones o la creación de Ejes Verdes y ‘Superilles’, las derechas se oponen a cualquier restricción y anuncian su intención de revertir todas las reformas, incluyendo la conexión del tranvía por la Diagonal. En medio de esta controversia se encuentran ERC y PSC, que comparten el objetivo de abordar la principal fuente de emisiones de la ciudad. Sin embargo, discrepan en cuanto a las medidas específicas propuestas, a pesar de haber votado a favor de todas ellas en el pasado.
El último barómetro municipal reveló que la seguridad es la principal preocupación para el 24,8% de los barceloneses, seguida de cerca por la limpieza de la ciudad. Aunque los datos policiales indican una mejora tras la pandemia, la percepción de inseguridad se ha incrementado y todos los partidos políticos la utilizan como crítica tanto contra Colau como contra Collboni, cuyo partido es responsable del área de seguridad.
El precio de la vivienda es otro gran problema que preocupa a los barceloneses. Hace ocho años, Colau se presentó con el objetivo de combatir la especulación inmobiliaria y garantizar el acceso a una vivienda, pero desde entonces los precios han seguido aumentando hasta volverse prohibitivos para la mayoría de los jóvenes y trabajadores de la ciudad. A favor de la alcaldesa juega la reciente aprobación de la Ley de Vivienda a nivel estatal durante la campaña, mientras que los barceloneses señalan a los apartamentos turísticos como uno de los principales culpables de esta situación.
Por último, si la pandemia evidenció la extrema dependencia de la ciudad del turismo, también sirvió para poner sobre la mesa la necesidad de diversificar y de apostar por un modelo de turismo sostenible y de calidad. Todos los partidos incluyen este enfoque en su programa, aunque las medidas pueden parecer contradictorias entre sí: desde el decrecimiento y la limitación del número de cruceristas, hasta la aprobación de más alojamientos turísticos y el impulso de grandes eventos y nuevas atracciones.
Además de los barceloneses, la noche del 28M estarán muy pendientes del escrutinio las direcciones nacionales de los partidos políticos, conscientes del impulso (o el freno) que puede suponer el resultado en Barcelona para los próximos desafíos electorales: las generales de finales de año o un posible adelanto para la Generalitat. También estarán muy atentos muchos sectores económicos que consideran que durante los últimos años las prioridades del Ayuntamiento se han alejado de las necesidades empresariales o incluso han supuesto una amenaza para sus negocios.
En definitiva, estas son unas elecciones cruciales para el futuro de Barcelona, ya que están en juego modelos de ciudad casi opuestos. La lucha por el primer puesto en el podio se decidirá por un estrecho margen de votos, pero será la clave en un contexto de fragmentación y polarización política, en el cual es difícil un acuerdo que alcance la mayoría absoluta. Salvo sorpresa, será difícil saber la misma noche electoral quién estará en el próximo gobierno municipal, lo que implica que la incertidumbre y la emoción se prolongarán durante semanas.