IA, ¿Estamos preparados para aplicarla en la comunicación?
18 de mayo de 2023 Por Jimena de Diego y Carmen Ayala
La Inteligencia Artificial ha traspasado la pantalla de la ficción para convertirse en la tecnología protagonista del momento y en una herramienta con cada vez más aplicaciones en todo tipo de sectores. Las posibilidades que ofrece esta combinación de algoritmos para automatizar y optimizar tareas, entre otras ventajas, también llega a la comunicación y el marketing.
Philip Kotler, uno de los padres del marketing, en su libro “Marketing 4.0: Moving from Traditional to Digital” de 2016, ya adelantaba que la IA ayudaría a los profesionales del sector a recopilar y analizar grandes cantidades de datos con las que personalizar las estrategias y mejorar las experiencias de usuario.
Y así está sucediendo. Ahora mismo, crear contenido audiovisual desde cero en tan solo un click es posible gracias apps como MidJourney, que genera imágenes a partir de un texto descriptivo a lo que se le conoce como text to image. DALL-E, otra herramienta similar, ha sido entrenada con una gran biblioteca de obras de arte y fotografías para saber interpretar y dibujar el texto.
La aplicación de estos recursos a la creación de contenido audiovisual abre nuevas puertas a la creatividad y la experimentación en los recursos gráficos. El equipo humano ahora cuenta con nuevas herramientas que les permiten explorar ideas y enfoques diferentes, imaginar diseños impensables y, gracias a su conocimiento artístico, seleccionar y adaptar los mejores resultados que ofrece esta tecnología”
Los contenidos escritos también tienen una IA para ellos, ChatGPT, entre muchas otras, resume textos, da ideas, escribe guiones, hace listas… es capaz de hacer casi cualquier cosa que le pidamos. Sin embargo, no es perfecta, hay que ver esta herramienta como un ayudante y no como un sustituto del redactor, que es quien debe revisar y adaptar los contenidos que esta tecnología cree. Con respecto a los motores de búsqueda, cabe destacar que, aunque ya mejoran su algoritmo día a día gracias al machine learning, nos podemos apoyar en herramientas de IA como AlliAI para optimizar anuncios, mejorar nuestros SERPS y ayudarnos a generar contenidos de gran riqueza para los buscadores.
Otro caso que está marcando los primeros pasos para revolucionar la configuración de los motores de búsqueda es el de Bing Chat, el sistema de inteligencia artificial de Microsoft. Esta herramienta es un chat que anota y actualiza las respuestas que ofrece al usuario, de forma que no queden obsoletas.
El terreno del desarrollo web también ha dado un gran empujón con aplicaciones como Jimbo, que son capaces de generar una sencilla página web para tu empresa en minutos, un recurso rápido y económico para los que tengan prisa, poco conocimiento del terreno o simplemente “para salir del paso”.
Con respecto a la gestión de proyectos, la IA ayuda mecanizar y optimizar tareas, como el resumen de textos o los procesos de research, y es un gran apoyo para evitar bloqueos creativos. Si aprendemos a usarla, se presenta como una aliada para la creación de contenido, la prevención de crisis corporativas el análisis de , la selección de keywords en SEO, entre otras funciones. Además, nos puede facilitar enormemente la vida a la hora de organizarnos y ganar en eficiencia, por lo que no debemos verla como un oponente, sino como una herramienta complementaria para el día a día de todos los que trabajamos en comunicación digital.
En definitiva, la IA, como toda tecnología en vías de desarrollo y cuyos límites aún no se conocen, genera rechazo y miedo a la par que despierta interés y abre la puerta a nuevas oportunidades laborales.
Sin embargo, Kotler también anunciaba ciertos riesgos y desafíos del rápido desarrollo de la IA, como la falta de regulación del uso de esta tecnología en las empresas y su consecuente pérdida de transparencia. Este temor parece algo común, ya que, según datos del Parlamento Europeo, el 61% de los europeos está a favor de la IA, aunque el 88% considera que es necesario proteger y vigilar su desarrollo.
Con este nuevo panorama en el terreno de la comunicación, volvemos a hacernos la gran pregunta: ¿Estamos preparados para incluir la IA en nuestras estrategias de comunicación? Sin duda, la respuesta es SÍ. Sin embargo, debemos tener presente y abordar con ojo crítico quién la maneja, cómo y con qué fines, porque tras una buena estrategia de comunicación siempre debe haber una mano humana que dote de la racionalidad y la experiencia humana a esta nueva mente digital.