Regulación financiera «à la française»: prioridades bajo la actual Presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea

Contexto

Desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2022, Francia ostenta la rotación de Presidencia del Consejo de la Unión Europea. Esta es una oportunidad, para el Estado miembro en cuestión, para establecer la agenda política de la UE durante seis meses, ofreciendo la oportunidad de priorizar temas específicos y dirigir las negociaciones a nivel europeo y global.

El presidente Macron anunció prioridades clave, incluyendo la recuperación socioeconómica de Europa tras de la COVID-19, el impulso al capital privado para financiar las transiciones digital y verde, así como lograr una “soberanía estratégica” europea en varios temas de gran calado (por ejemplo, salud, industrial, digital).

La Presidencia llega en un momento crucial para Francia, con sus elecciones presidenciales previstas para el 10 y 24 de abril 2022, la valoración de la Presidencia francesa y el impulso de sus prioridades políticas, tendrán un significado especial en los próximos comicios. Mientras la campaña electoral se calienta, la atención estará cada vez más centrada el progreso de la Presidencia del Consejo y los éxitos del presidente Macron a nivel de la europeo, sobre todo en materia fiscal, seguridad ciudadana y de soberanía digital.

La Presidencia francesa también sentará las bases para el programa conjunto de 18 meses del trío de la XI Presidencia, que incluirá a Francia, República Checa y Suecia, y que comenzarán sus mandatos en julio de 2022 y enero de 2023, respectivamente. Sin olvidar al nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, esta será la primera oportunidad para comprobar si la primera potencia económica europea está dispuesta sumarse a las iniciativas de su colíder europeo.

Así, el programa de la Presidencia se estructura en tres pilares:

1. Una Europa más soberana: con un mayor enfoque en el fortalecimiento industrial de la Unión Europea (UE), incluyendo sus capacidades de seguridad y defensa, profundizando su relación con sus vecinos (en particular, África y la región occidental Balcanes).
2. Un nuevo modelo europeo de crecimiento: con un impulso para el crecimiento económico basado en industrias innovadoras que están alineadas con la política social de la UE y objetivos climáticos.
3. Una Europa más humana: profundizando en la defensa de los valores europeos (p. Ej. Estado de derecho), la lucha contra la discriminación y la protección de cultura y el desarrollo de la ciencia e innovación.

Francia, por tanto, intentará encontrar el equilibrio adecuado entre continuar brindando el apoyo necesario para hacer frente a los problemas relacionados con la pandemia y seguir adelante con esas iniciativas legislativas relacionadas con objetivos políticos más amplios y con visión de futuro.

A continuación, se recoge una descripción general de los aspectos más destacados que la Presidencia incluyó en su programa, centrada en la regulación de servicios financieros.

Bajo la Presidencia francesa, se van a priorizar cuatro áreas clave en materia de servicios financieros sobre las que esperamos ver significante avance a nivel regulatorio, siendo estas: (i) la finalización Unión de Mercados de Capitales (CMU), (ii) la armonización fiscal, (iii) las normas prudenciales de la UE por la estabilidad del sistema financiero, (iv) finanzas sostenibles, incluyendo los parámetros de Taxonomía, y (v) profundizar en la Unión Económica y Monetaria.

Finalización de la Unión del Mercado de Capitales (“CMU” por sus siglas en ingles)

El presidente Macron ve como fundamental completar la CMU. Este paquete regulatorio, transversal al sector financiero, que parece ahora de fácil implementación con los nuevos gobiernos alemán y holandés, abrirá el camino hacia un sistema de financiación europeo de mayor flexibilidad que contribuirá hacia la tan esperada integración económica en Europa. Sin duda, muchos Estados miembros esperan que el paquete CMU sirva como una base fundamental no solo del camino hacia la recuperación económica sino también de la búsqueda de la autonomía estratégica.

Hacia un nuevo modelo fiscal

La Presidencia francesa pretende dejar su huella en los debates sobre el futuro del modelo económico europeo. En particular, Francia tiene como objetivo reformar las reglas financieras y presupuestarias para crear el espacio para priorizar las inversiones necesarias para acompañar la transición verde y digital y para apoyar sectores estratégicos industriales.

Consolidación de las normas prudenciales

Es previsible que Francia de impulso a las negociaciones sobre normativa prudencial bancaria y de seguros (i.e. Solvencia II y Basilea III) y profundice sobre la Unión Bancaria en relación con los avances del Eurogrupo. Ambos dossiers tienen una carga política muy fuerte, por lo que se espera que las negociaciones en torno a la finalización de esta sean complicadas.

Finanzas sostenibles

El plan de la UE para reorientar el mercado financiero hacia la sostenibilidad medioambiental contiene numerosas recomendaciones y acciones, y ahora toca otorgar a todo este paquete un sentido de concreción política y legislativa bajo el Reglamento de Taxonomía y desarrollo de algunos de sus parámetros ya en vigor y el impulso prioritario de otros marcos normativos como la Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) para la adopción de estándares de informes de sostenibilidad de la UE de manera transversal a las empresas.

Unión Económica y Monetaria

De manera más general, es bien sabido que Francia no va a escatimar en dar impulso el impulso político necesario para avanzar en profundizar la Unión Económica y Monetaria con el objetivo de conseguir que el sector y capital privado se involucre más y más en financiar la transición verde y digital y la recuperación economía que ineludiblemente sentará las bases de un nuevo modelo económico para las futuras generaciones en Europa.